Sarah Brightman, la soprano de mayores ventas en toda la historia, eligió a México por segunda ocasión para iniciar una gira mundial que arrancó el pasado día 4 en Monterrey, para el 6 estar en Guadalajara y anoche en Ciudad de México en el Palacio de los Deportes.
Symphony World Tour es sin duda el espectáculo más innovador y vanguardista en los más de 30 años de trayectoria artística de la cantante británica. Un concierto que rebasa los parámetros de lo convencional y que desafía al ojo humano a otras dimensiones pocas veces exploradas. Otros artistas suelen echar mano de las tradicionales pantallas cuadradas en el escenario, esta ocasión se trata de escenarios y animaciones tridimensionales nunca antes utilizadas por una estrella del Espectáculo. Más que un recital o un show habitual, lo que México está viendo antes que el resto del mundo es un montaje que bien puede situarse en el género del Performance.
Con un concepto enteramente minimalista, la producción del show se lleva a cabo en un gigantesco tríptico de espejos traslúcidos en el que se proyectan hologramas oníricos y tridimensionales en alta definición.
La Tecnología se rinde al servicio del Arte para que Sarah Brightman nos narre en dos horas, un conjunto de sueños, fantasías y paisajes mágicos que, van desde estampas góticas, hasta sensibles visiones de la Naturaleza, pasando por ambientes victorianos, entornos invernales y sueños navideños.
Por momentos la vemos flotando en el espejo, por instantes la vemos detrás de éste, como si nos quisiera mostrar el reflejo de su vida.
Uno de los clímax de la noche ocurre cuando surge una representación de Alicia En El País De Las Maravillas que, cabe señalar, históricamente se trata de cuento que significó el descubrimiento del talento vocal de Sarah cuando, a la edad de 12 años, cantara una de las canciones para un festival escolar y a partir de ahí fuera descubierto su potencial artístico.
Inmediatamente después, aparece ella personificando a una Caperucita Roja pedaleando una bicicleta con urgencia, mientras en el camino aparece un grupo de Lobos Feroces intentando obstaculizarla y atraparla, al compás de un remix inspirado en El Cascanueces de Tchaikovski. ¿Se tratará de la historia de su carrera por la vida? ¿Será la surrealista proyección de su paso por el mundo artístico?
No menos importantes las ocasiones en que Alessandro Safina cantara con ella en el escenario por tres ocasiones, incluyendo, por primera vez en un tour mundial, el dueto central de El Fantasma de la Ópera, cuya partitura fue compuesta y trazada milimétricamente para la voz de Sarah Brightman por Andrew Lloyd Webber y así convertirla en primera estrella de la escena teatral Londinense.
Efusivamente correspondido por una ovación, fue el dueto a lado del contratenor argentino, Fernando Lima, en el tema de Jorge Avendaño, Pasión. Exquisita la secuencia nocturna en las obras Hijo De La Luna, de José María Cano y La Luna del álbum del año 2000 que llevara el mismo título.
Por supuesto, no pudieron faltar temas clásicos en la discografía de Sarah Brightman, como Time To Say Goodbye, Deliver Me, Nella Fantasia, Anytime, Anywhere y algunas de las piezas más poderosas de sus más recientes álbumes, Symphony y A Winter Symphony.
Para esta gira se planeó poner a la venta un CD exclusivo de edición limitada a 3 mil unidades que sólo será vendido en la boutique de los sitios que pise el tour, así como la primicia del DVD+CD Symphony In Vienna que será distribuido de manera masiva hasta el año entrante. Sin embargo, fuentes cercanas a la cantante reportaron que surgieron algunos inconvenientes por parte de la aduana mexicana, por lo que sólo se vendió un extraordinario libro conmemorativo del tour y unas camisetas.
Mientras tanto, ya está en tiendas el álbum A Winter Symphony, un delicioso disco navideño cuya edición mexicana cuenta con más canciones, además de un DVD, a diferencia de las ediciones internacionales que no incluyen el DVD ni todo el número de tracks.