La cadena de hamburguesas Burger King, en su territorio español, lanzó hace unos días una campaña para anunciar la Texican Whopper, una hamburguesa especial en cuya campaña publicitaria se ilustra a un vaquero tejano a lado de un hombre de baja estatura con una máscara de lucha libre y un jorongo con los colores de la bandera mexicana y el escudo nacional, dicho cartel expuesto con el eslogan Unidos Por El Destino.
La controversia se regó como pólvora durante el pasado fin de semana y el día de hoy el embajador de México en España, Jorge Zermeño, envió una carta al director de Burger King España para pedir “de la manera más atenta” que se retire de inmediato dicho cartel, mismo que “denigra y ofende a los mexicanos”.
«El aprecio y respeto por nuestra bandera es tal, que en México existen normas legales claras que establecen el buen uso que se debe dar a nuestros símbolos patrios», redactó el embajador en su comunicado.
No dudo que en las próximas horas Burger King estará disculpándose con la nación mexicana por el desafortunado cartel.
El vox populi ha comenzado a desgarrar sus vestiduras en distintos blogs y en foros de opinión de las ediciones virtuales de importantes diarios mexicanos.
Ahora vamos por partes.
De acuerdo a Juan José Castillo Medrano, quien fuera director de Cultura Democrática y Fomento Cívico de la Secretaría de Gobernación, aseguró alguna ocasión que, según la ley, “no deben utilizarse (los símbolos patrios mexicanos) para promover la venta o comercialización de bienes o servicios”.
Voy de acuerdo con que es correcta la protesta diplomática del embajador por el uso del águila del escudo nacional, pero eso de calificar al cartel como “denigrante” ya raya en un falso nacionalismo exagerado.
Y es que, aceptémoslo, somos nacionalistas de pose. Recordemos la célebre anécdota de Tiziano Ferro cuando señaló a las mujeres mexicanas como “bigotonas”. El chavo no mintió, y como referencia palpable tenemos que la mujer pintora más importante del planeta era mexicana y ostentaba con orgullo unos bigotes preciosos; me refiero a Frida Kahlo.
Apuesto que todos aquellos que se sienten “ofendidos” por el cartel de Burger King ni siquiera se han dado cuenta de la vergonzosa manera en que la autoridad arría la bandera en el Zócalo de la capital mexicana; ya no hay ceremonia, ya no hay honores, y sin el menor respeto al ejemplar físico más importante del símbolo patrio, ¡vamos! parece que están descolgando la ropa del tendedero. Eso, sí me parece más grave.
Personalmente, el cartel me parece simpático y sería ideal sin el escudo nacional. México es una nación amante de la lucha libre, espectáculo que ya forma parte de nuestra cultura popular y no hay nada malo en ello.
El eslogan no miente, pues efectivamente, México y Estados Unidos son dos naciones “unidas por el destino”, ¿qué hay de malo en ello?
El personaje mexicano de la campaña española de la Texican Whopper debió conservar el vestuario del anuncio británico del mismo producto; un comercial que considero inteligente, conciliatorio y que no expone el escudo nacional.
El video de la campaña británica AQUÍ.