Hablar de Susana Zabaleta es enfrentarnos a un caso mitológico. Dilucidar su arte es entrar en un laberinto de contrastes del que difícilmente alguien querrá encontrar la salida, ya que tiene la capacidad de interpretar a Giacomo Puccini con la misma magnificencia que a Nacho Cano; te puede cantar a Andrew Lloyd Webber o a George Gershwin con la misma intensidad que a Liliana Felipe y a Armando Manzanero.
No podríamos definirla como baladista ni como rockera, tampoco como bolerista ni como virtuosa de la ópera, ¡porque es todas! Lo mismo te canta a cappella como puede hacerlo con una orquesta sinfónica detrás; puede divertiste sobre un excusado gigante con una banda pop y también hacerle coros espontáneos a los alumnos de la escuela G. Martell, sin mencionar que puede presumir de haberse dado el lujo de grabar acompañada al piano por el maestro Manuel Esperón cuando éste contaba con 91 años de edad.
Dulce, irreverente, sexosa, transgresora, intelectual, maternal y guerrera, pueden ser unas de las pocas características que ha dejado asomar a lo largo de más de veinte años de carrera artística. Sólo Susana Zabaleta podía salir de su natal Monclova, Coahuila para iniciar sus estudios de una manera inusitada y poco convencional para los cantantes mexicanos: en Florencia, Italia, rodeada de arte, estética, pasta y ópera. A partir de ahí decidió regresar a México, no a tocar, sino a tirar las puertas con su presencia y a plantar los pies en las tablas del escenario a través la ópera y en uno de los géneros que combinan la danza, el canto y la actuación: el teatro musical, en obras como El Violinista En El Tejado, ¡Qué Plantón!, Sorpresas, y el clásico de Andrew Lloyd Webber, Cats.
En 1995 arranca su extraña y fascinante etapa discográfica con el álbum ¿O… Fue Un Sueño?, disco adelantado a su época en el que una cantante mexicana se atreve a fusionar el crossover con el pop y el new age, y que con el tiempo se convirtiera en un clásico de culto. Después vienen el alternativo Desde El Baño, el álbum Navidad, el nostálgico El Pasado Nos Vuelve A Pasar, el bohemio Quiero Sentir Bonito, el atrevido Para Darle Cuerda Al Mundo, el romántico
De la a A la Z, y el mágico y sangrante Te Busqué. Todos, discos diferentes, ninguno se parece al otro, pero juntos siempre impondrán el inimitable sonido Zabaleta.
La historia de Susana Zabaleta también puede narrase a través de la pantalla grande con una filmografía de 9 largometrajes, en los que se incluye Sexo Pudor Y Lágrimas, la cinta que opacó los niveles de taquilla de títulos como Titanic y la trilogía de Star Wars (Edición Especial), así como su presencia en la pantalla chica en donde cuenta con un historial de 10 telenovelas en las que se incluye Fuego En La Sangre, actualmente al aire en horario estelar, por no mencionar su participación estelar en la polémica serie S.O.S.: Sexo Y Otros Secretos.
La Zabaleta es de las cantantes que únicamente pueden aplaudirse de pie, no importa si es en el cabaret, el bar, el Auditorio Nacional, el teatro o una sala de conciertos, conoce el secreto para hacer sentir hasta al espectador del último asiento como si estuviera en primera fila. Y el próximo 3 de octubre no será la excepción en su concierto en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, recinto de figuras internacionales.
El espectáculo Te Busqué promete ser un viaje por la trayectoria musical de Susana Zabaleta, en el que llevará de la mano al público en una atmósfera de exquisitez y lujo a través de su canto, una orquesta de 21 músicos en vivo y un coro enriquecido con las tesituras vocales de tenor, barítono, soprano, contralto y voces infantiles.
Sin duda se tratará de una noche de piano, cuerdas, fagot, timbales y emociones proyectadas en el aire y desde el diafragma de una de las mejores intérpretes que ha dado nuestro país.
De lo bueno hay poco, y dejar pasar este magno concierto será como desperdiciar dos de las mejores horas de tu vida, porque una vez que escuchas a La Zabaleta en vivo nada en adelante será igual.