Se llama Leandro Vilela, mide 1.81m, tiene ojos verdes, es virgo, 
vive en Brasil y es conocido por el ciberespacio latinoamericano como Lebart.
Su figura es un mito, dicen que es modelo profesional pero nunca lo hemos visto en alguna revista o en alguna publicidad formal aún cuando sí se llegan a ver algunas fotos de estudio más o menos profesionales, pero nunca como imagen de algún producto; su imagen circula por toda la blogósfera, existen cientos de fotologs, blogs y perfiles, en su mayoría falsos, todos con las mismas fotografías.
No se ha reportado que alguna agencia de modelos lo represente, lo cierto es que se sabe imán de miradas y carga con su cámara a todas partes para hacerse autorretratos informales.
El fenómeno Lebart ha generado miles de fans en Brasil y en países del sur del continente, provoca los más diversos comentarios en realación a su narcicismo como también genera fantasías de todos los niveles y colores entre sus fans. Algunos lo consideran un bonito más mientras que hay quienes aseguran que se trata del hombre más hermoso del planeta.
Se dice que este chavo también dedica su tiempo libre a las obras de caridad y que ha sido capaz de convocar seguidores a través de la blogósfera para organizar reuniones en países que suben hasta México a los que viaja para ejercer obras altruistas, posteriormente pone a circular fotografías cándidas a lado de ancianitas en asilos.
Como en toda personalidad mítica, se crean historias a su alrededor. De Lebart se han dicho cosas tales como que está muerto, que está casado y que tiene un hijo, en tanto que también existen publicadas otras versiones de internautas que aseguran que es homosexual y cientos de mitos de locas y locos que narran con pelos y señales cómo fue la supuesta primera vez de este chavo a lado de quienes firman el relato.
Hay quienes aseguran tener su Messenger, mientras que hay gente que va más allá creando identidades falsas, con nombres ficticios y usurpando las fotos amateur de este hombre para dar rienda a sus más audaces fantasías de ligue en los chats.
No importa bajo qué condiciones y preferencias sea, la imagen de Lebart puede encontrarse en todas partes y con cualquier nombre, cientos de víctimas incautas se han enamorado de una fotografía de él agendada en sus contactos de Messenger, sin saber que detrás hay otra persona completamente diferente.
Tanto ha estado expuesto bajo la mira del fanatismo que hubo quien fue capaz de capturar imágenes de su webcam practicando sexo cibernético. El blog Babados Do Flogao publicó dichas fotografías que pueden ver aquí [ADVERTENCIA: Material adulto].
Una cosa es cierta, este chavo se está divirtiendo en grande con toda la controversia que ha creado. Modelo profesional o no, es claro que su leyenda es producto del fenómeno reality que domina el universo de los blogs. No es lo mismo que una personalidad del mundo del cine o de la televisión genere expectativa a través de fotografías y paparazzi, a que una persona, aparentemente común y corriente, construya un mito sustentado en imágenes cotidianas y creadas con la más ligera de las espontaneidades.
Si Lebart lo decidiera, bien podría venderse al mejor postor de la publicidad y volverse millonario anunciando algún producto. O más bien, los publicistas están tan inmersos en sus asuntos que ignoran que en un mundillo tan informal como la blogósfera pueden encontrar una mina de oro.
El Blog de Carlos Rojas 